Perdonar y ser Misericordioso
Reflexión del Padre Pothin para el 4 después de la Trinidad
El Evangelio. San Lucas vi. 36.
Eso puede ser su mejor regalo en el fin de semana del día de este padre. El perdón es la única cosa que es nueva. El mundo contiene sólo una cosa que es realmente una novedad, el perdón. Todo lo demás es una cinta vieja que se repite sin cesar una y otra vez. Normalmente hay una sola canción que canta obtiene: la traición-daño-resentimiento de no-perdón. Ese patrón nunca cambia. Hay una cadena ininterrumpida de resentimiento sin perdón y la ira que se remonta a Adán y Eva. Perdonar.
Todos somos parte de esa cadena. Todo el mundo está heridas heridos y todo el mundo. Todos pecan y todo el mundo se peca. Todo el mundo necesita para perdonar y todo el mundo necesita ser perdonado. La traición es una estructura arquetípica dentro del alma humana, como el pecado es algo innato dentro de la condición humana. Nosotros, todos nosotros, traicionamos y el pecado. Traicionamos a nosotros mismos. Traicionamos nuestros seres queridos. Traicionamos nuestras comunidades. Y pecamos contra nuestro Dios. Todo el mundo tiene necesidad del perdón.
Pero también somos, cada uno de nosotros, traicionado y pecado contra. Somos traicionados por nuestros seres queridos, por nuestras familias, y, en una forma de hablar, incluso por nuestro Dios. Por lo tanto, tanto como necesitamos ser perdonados, también tenemos que perdonar.
Hemos daño a los demás y hemos sido heridos. Hemos pecado y hemos sido pecado contra. Y cuando despertamos a la que tenemos una elección. Como Judas podemos limpiarnos de esto, hablando en sentido figurado, mediante la adopción de lo que hemos ganado por nuestro pecado (las treinta monedas de plata), tirar de nuevo en el templo y alejarse, pero sin perdón purificada, caminar en línea recta hacia el suicidio. O a la inversa, lo que podemos hacer como Pedro después de su gran traición, llorarán y luego regresar, se humilló, comprometida y cicatrices pero perdonado, caminar sólidamente en la vida. En el perdón radica la diferencia entre la elección para el suicidio y la elección de por vida.
Pero el perdón no es fácil. Como dice el viejo dicho: Errar es humano, perdonar es divino.
–Padre Pothin